Los calamares son moluscos de mar de la familia de los cefalópodos, que se destacan por su altísimo contenido en proteínas de buena calidad, aportando la mayoría de aminoácidos esenciales, y por su muy bajo aporte bajo en grasas y calorías (100 gramos de calamar aportan sólo 81 kilocalorías y 1,7 gramos de grasas).
Tienen un alto contenido en minerales, como potasio, magnesio, zinc, fósforo, hierro y manganeso. Son un alimento ideal para el metabolismo, gracias a su contenido en yodo, que regula la energía del organismo y el funcionamiento correcto de las células. También ayuda a regular el colesterol, a procesar los carbohidratos, fortalecer el cabello, la piel y las uñas, y es fundamental para el buen funcionamiento de la glándula tiroides.
Su consumo está aconsejado a su vez en personas con diabetes e intolerancia al gluten. Además, también puede ser consumidos por personas que sigan una dieta de adelgazamiento, no solo por su aporte calórico y graso bajo, sino también porque su elevado aporte proteico les brinda un poder saciante que ayuda a disminuir el apetito.
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